Se trata de un trabajo muy personal, un análisis y expresión de lo que soy, la vida y el transcurso del tiempo. Durante  toda  mi  vida  profesional  como  Arquitecto,  la  realidad  de  la  rutina  diaria,   siempre me ha supuesto una atadura, un corsé cuya rigidez termina por paralizarme. Esa sensación produce en mi mente una presión tal, que va acumulándose como alguna clase de energía que necesita ser liberada para evitar el colapso de mi mente, y llegado un punto siento la necesidad imperativa de expresarla de alguna forma. Es mediante el dibujo donde he encontrado la vía para recuperar la armonía interior, y estar en paz conmigo mismo. La obra se estructura en torno a dos colecciones: - The Imaginary Landcapes (1, 2 y 3) - Emotional Comenzaron  siendo  dibujos  personales,  meramente  terapéuticos,  que  me  permitían  encontrar la paz, entender mis sentimientos contradictorios, avanzar a través del camino de la vida, hacia la luz interior, debiendo superar los miedos, y enfrentar a los “demonios” interiores. Poco a poco se han convertido en una filosofía de vida, una forma de revelarme ante los corsés  que  me  impone  el  mundo  y  la  realidad  que  me  rodea.  Se trata de un trabajo muy personal, un análisis y expresión de lo que soy, la vida y el transcurso del tiempo. La  dificultad  para  expresar  algunas  sensaciones  con  palabras  me  hace  querer  transmitirlas a través la luz y el color, que son la base fundamental de mi obra, siendo los elementos figurativos meras excusas para captar la atención y llevar al observador directamente  a  penetrar  en  la  sensación,  generalmente  a  través  de  la  armonía  o  estridencia del color mezclándose con el elemento vertebrador, la luz matérica, que representa el Yo esencial, como un camino hacia el autoconocimiento. Se trata de una obra ecléctica con numerosas influencias y referencias cruzadas, entre arquitectura  y  pintura,  intrincadas  en  el  surrealismo,  impresionismo,  expresionismo,  futurismo etc.